viernes, 2 de enero de 2015

El amor se nutre de dos personas sabias. Un hombre cariñoso, detallista, protector, pendiente de su mujer, que no tiene reparos en mostrar su amor, que la escucha, que sabe lo que ella necesita e intenta complacerla, que la ayuda en la casa, o la comprende en sus días complicados. Una mujer comprensiva que cuida a su hombre, que lo trata con ternura, que le apoya en sus proyectos, y que cada día le da lo que él necesita para ser feliz; porque una mujer sabia edifica su casa, y un hombre sabio ama a su mujer como a si mismo. Y a pesar de los problemas que nunca faltan en la vida cotidiana, se elegirán mutuamente cada día, para seguir siendo felices.