viernes, 2 de enero de 2015

Imagínate que crees que es bueno ser mujer. Una mujer quien honra su experiencia y cuenta sus cuentos. Quien rehúsa cargar con los pecados de otros en su cuerpo y su vida. Imagínate que has reconocido la influencia del pasado en el presente. Una mujer que ha caminado a través de su pasado. Que ha sanado hasta el ahora. Imagínate que amas tu propio cuerpo. Que crees que tu cuerpo está bien, así como es. Quien celebra los ritmos y ciclos de su cuerpo como un recurso exquisito. Imagínate que tiene acceso a la gama entera de emociones humanas. Una mujer quien expresa sus sentimientos clara y directamente; que permite que pasen a través de ella tan graciosamente como un respiro. Imagínate que estás interesada en tu propia vida. Una mujer que aprovecha su vida como si fuera su maestra, su curandera y un reto. Quien está agradecida por los momentos ordinarios de belleza y gracia. Imagínate que eres la autora de tu vida. Una mujer que confía en su intuición para saber que es lo mejor para ti. Quien rehúsa retorcer su vida fuera de forma para alcanzar las expectativas de otros. Imagínate que participas en tu propia vida. Una mujer que afronta cada reto con creatividad. Quien toma acción a su favor con claridad y energía. Imagínate que rehúsas devalorar tu vida para que otros se sientan mejor. Una mujer que trae a cada relación la plenitud de sus años, su experiencia y su sabiduría. Quien espera que los demás sean retados y bendecidos con su presencia en sus vidas. Imagínate que valoras a las mujeres en tu vida. Una mujer que se junta con círculos de mujeres que le recuerdan su verdad cuando a ti se te olvida. Imagínate que has crecido en conocimiento y amor hacia ti misma. Una mujer que se ha prometido fidelidad hacia su propia vida y capacidades. Quien se mantiene leal hacia ella misma. A pesar de todo..Imagínate que te amas a ti misma...