miércoles, 28 de enero de 2015

Y es que si tú no estas, yo tampoco estoy. Si tú te alejas yo me desarmo y si yo me voy tú enloqueces. A veces fingimos demencia y otras veces la padecemos. Tus peculiaridades me matan y mis paranoias te asfixian. Somos distintos y contrarios y sin embargo, somos adictos a padecernos. Tu vida es mi respiro y mi vida es tan tuya como míos son tus labios. Soy tu musa y tú mi delirio, eres mis alas y yo soy tu cielo. Te quiero y sé que hace falta decirlo, porque en un mundo como el nuestro las cosas se olvidan, se dejan de decir, se dejan de vivir... Y es que no soportaría la idea de perderte porque si tú no estás, yo tampoco estoy. — Si te vas, María Celeste R.